La agenda de actos establecida para llevar a cabo la proclamación del nuevo monarca ha sido amplísima, pero ha estado marcada por una serie de instantes especiales que no han pasado desapercibidos a las cámaras:
- Los continuos gestos de cariño entre los ya reyes, Felipe y Letizia, que no han parado de besarse, abrazarse, cogerse las manos, acariciarse el rostro...
- El que por mucho que sea la heredera, Leonor, la ya Princesa de Asturias, es una niña. Así lo ha demostrado solicitando la atención de su padre o saludando con la mano en el Congreso a sus familiares que estaban en las tribunas.
- Los instantes en los que la reina Letizia indicaba a sus hijas cuando debían agachar la cabeza ante el paso de la bandera o cuando en el besamanos les iba explicando quién era cada uno de los invitados.
- Que la reina Letizia, además de como tal, ejerciera de madre y estuviera en todo momento atenta al bienestar de sus hijas.
- La emoción de la reina Sofía y de su hija, la Infanta Elena, cuando, en el discurso, Felipe VI quiso reconocer la labor que ha ejercido durante estos años.
- Las "extrañas" personalidades que han acudido al besamanos posterior a la salida del balcón. ¿Se puede saber que hacían allí Isabel Preysler, David Bisbal, además sin cumplir el protocolo de vestuario, o Enrique Ponce? Tendrían que revisar la lista de invitados de cara a la próxima vez.
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