La primera de las audiciones a ciegas fue la que tuvo lugar y en ella David Bisbal logró ya cuatro integrantes para su equipo y el resto de coaches (Malú, Rosario y Antonio Orozco) dos cada uno.
Y todo en una noche que estuvo plagada de aspectos muy buenos y de otros no tanto.
Lo mejor:
- La ilusión de todos los participantes.
- La conexión entre los cuatro entrenadores.
- La emoción de Estela Amaya, del grupo de Rosario. Por fin, después de un sinfín de penalidades personales podía ver como su sueño de ser cantante comenzaba a cumplirse.
- La música en directo.
- Los comentarios tan divertidos de los coaches y el volver a oír frases tan importantes en la primera edición como "eres una monstrua" o "tienes un bonito color de voz".
- Lo previsible de la mayoría de los participantes que se decantan por David Bisbal. Lo hacen influidos por el hecho de que uno de los concursantes del equipo del almeriense fuera el ganador de la anterior edición, Rafa, y también porque aquel cuenta con una gran proyección internacional. Sin embargo, bajo mi punto de vista, el resto de coaches pueden enseñarles cosas que él no puede. Comenten un craso error porque sólo uno va a ganar y, por tanto, hay que aprovechar esta oportunidad para aprender.
- El continuo sketch de humor de Antonio Orozco. Quizás presionado por la figura de Melendi, al que sustituye, el artista llegó en momentos a cansar con sus comentarios, tiradas al suelo...
- La cantidad de anuncios que insertan en el programa. En lugar de ver "La voz" con anuncios, vemos anuncios con "La Voz".
- Lo encantados de conocerse que estaban algunos concursantes.
En cuanto a aspirantes a ganar el programa, de esta primera audición a ciegas, eligiría a Ainhoa Aguilar del grupo de Orozco y Darío Benítez, del equipo de Bisbal.
No hay comentarios:
Publicar un comentario