En mi caso me incluyo entre esa parte de la audiencia que quería echarla fuera por varios motivos:
Porque se quería convertir en adalid del victimismo. Como Sabrina lo fuera en su momento, Lorena quería ganarse a la audiencia mostrándose como víctima de ataques de sus compañeros cuando ella misma ha hecho lo propio con otros participantes. Así, se mostraba ofendida con los improperios de Iván (el que debería ser el próximo expulsado) cuando ella también le ha insultado en repetidas ocasiones y, de la misma forma, se quejaba de que se rieran de su aspecto físico cuando ella no ha parado de comentar el físico de Miriam.
Porque coartaba a otros concursantes. Noe, Juan Carlos o Argi se habían convertido en marionetas de la misma en muchas ocasiones y veían coartada su manera de comportarse o de relacionarse con el resto de participantes. Tanto es así que en más de una ocasión Lorena les ha mandado callar y les ha ordenado lo que deben contar o no.
Porque la "bandera" de la sinceridad ya está agotada. Desde que empezara GH muchos son los miembros de la casa de Guadalix que han justificado sus actuaciones porque eran "muy sinceros", pero una cosa es ser sincero y otra pecar de "sinvergonzonería".
Por todas estas razones y otras muchas más, la audiencia expulsó a Lorena que ayer se marchó volviendo a hacer lo que le venía en gana. Así se despidió de sus compañeros sin ningún tipo de elegancia y volviendo a sembrar la discordia. Se despidió de su eterno rival, Iván, aconsejándole que tuviera humildad, algo de lo que desde luego él carece pero ella también.
La entrada de una nueva participante, Leti, y el descubrimiento de los nominados (Argi, Susana y Edoardo) fueron los otros platos fuertes de la gala de ayer.
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